VITH
Hacha de la Desolación | ||
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| Clase: Guerrero Raza: Enano Género: Masculino Nacimiento: 1519 Fallecimiento: - Lealtad: Hordas del Caos Relacionados: Aynhev (Hermana) | |
Descripción física y personalidad
VITH es un enano de aspecto robusto y mirada intimidante. Su pelo naranja y su rostro claro destacan en contraste con la armadura oscura y desgastada que lleva. Con una postura siempre desafiante y una expresión impasible, VITH impone respeto en cada paso. Su carácter, forjado en las batallas y el entrenamiento salvaje de las Hordas del Caos, lo convierte en un guerrero sin miedo. Es conocido por lanzarse al frente en los combates, desatando una furia que agiliza sus golpes a medida que avanza, una característica que sus enemigos temen profundamente.
Inicios del personaje
Durante el caótico asedio de Ullathorpe, VITH y su hermana Aynhev, aún niños, fueron descubiertos entre los escombros por un grupo de soldados de las Hordas del Caos. En lugar de dejarlos atrás, los soldados decidieron arrastrarlos hasta sus campamentos, con la intención de usarlos como mano de obra o como entretenimiento en peleas brutales. Pero a medida que los dos hermanos mostraban una resistencia inusual y un feroz instinto de supervivencia, los capitanes los destinaron a un adiestramiento despiadado, con el fin de convertirlos en sus armas para la guerra.
Bajo la supervisión de Nargol, un soldado despiadado, VITH fue instruido en combate cuerpo a cuerpo y en el uso de todo tipo de hachas. Desde joven, fue forzado a enfrentar constantes desafíos y maltrato, donde la clemencia era inexistente. El único modo de avanzar era soportando cada golpe y levantándose tras cada caída, sin importar las heridas o el dolor. Con cada prueba, VITH fortalecía su resistencia y brutalidad, revelándose como el aprendiz más feroz, incapaz de sentir miedo y dispuesto a enfrentarse a cualquier enemigo hasta el final.
Historia intermedia
Con el tiempo, VITH fue llamado a unirse a las Hordas del Caos en una de sus misiones más significativas: el asedio a la ciudad imperial de Nix. Este ataque no tenía como propósito arrasar la ciudad por completo, sino desmantelar sus defensas y sembrar el caos en sus filas, preparándola para una invasión definitiva en un futuro cercano. Nix era una fortaleza clave para el imperio, conocida por sus sólidas murallas y su disciplina militar. Despojarla de sus defensores y desgastar sus recursos era esencial para abrir un camino seguro para las Hordas en esa región y, al mismo tiempo, enviar un mensaje de advertencia a los aliados del imperio.
VITH, junto a su hermana Aynhev y una unidad de guerreros de élite, marchó hacia Nix con la intención de golpear sus defensas estratégicas y quebrantar la moral imperial. Al llegar, las Hordas lanzaron un asalto calculado, usando el factor sorpresa para penetrar las primeras líneas de defensa de la ciudad. VITH avanzó como una bestia, golpeando con gritos de furor, decidido a destruir cuanto se interpusiera en su camino. Los soldados imperiales, aunque bien entrenados, se encontraron desbordados por la brutalidad de los ataques. Las órdenes eran claras: debilitar las fuerzas de la ciudad sin comprometer recursos propios en una batalla prolongada.
El resultado de este asedio fue la caída parcial de Nix dejando a la ciudad debilitada y en un estado vulnerable, lo cual allanó el camino para el futuro avance de los portadores del estandarte rojo. Los defensores, tras haber presenciado la brutalidad de VITH y la devastación que trajo consigo, sabían que este asalto no sería el último. Las leyendas de “El hacha de la desolación” comenzaron a circular entre los soldados imperiales, convirtiéndose en un nombre de terror y advertencia, símbolo de la violencia indomable que las Hordas planeaban desatar en su asalto definitivo.
Dragga tuvo una infancia conflictiva y se había visto embebida en decenas de peleas con sus compañeros, lo cual Beedle tomaba como una deshonra y una decepción., Al ver la determinación de su ahora adolescente Dragga en convertirse en una artista marcial, y luego de discutir acerca de la decisión, decidió que era hora de volver a sus aventuras y partió de Suramei, no sin antes dejarle un Tambor y unas monedas de oro a su hija. Dragga intentó diferentes tipos de combate: con armas, con proyectiles, con armas arrojadizas; pero ninguno le convencía, y las armaduras, cascos y escudos le parecían demasiado pesados, y le impedían cargar con comodidad sus instrumentos. Ahí fue cuando decidió dedicarse a las Artes Marciales, portando no más que una túnica, un gorro, un pequeño escudo de tortuga y el infaltable Tambor que le regaló su padre antes de partir.
Presente, aspiraciones y futuro
Actualmente, VITH reside en la ciudad de Nueva Esperanza, donde el alto mando de las Hordas lo percibe como una criatura indomable, una fuerza brutal que solo necesita ser dirigida hacia el enemigo. Lejos de ser considerado un aliado confiable, VITH es visto como un recurso implacable y desbordante de furia, una bestia sin ataduras lista para desencadenar el caos y la destrucción en cualquier misión que se le asigne. Allí, entre las sombras de Nueva Esperanza, VITH espera con impaciencia su próxima misión, ansiando lanzarse nuevamente al frente y seguir el único camino que entiende: uno de destrucción total, de sangre derramada y de una furia que no conoce el descanso.