Una isla curiosa
Después de días navegando encontré una isla peculiar. Fresca, pero no hay nieve. Llena de vida, pero sin animales. Alejada del mundo, pero con una sensación de hogar. En ella hay una cabaña sin puerta, como si te estuviese invitando a entrar.
Una flora sin igual, desde flores tan altas que salen del agua en búsqueda de luz, hasta arboles con una forma bastante extraña y hongos que podrían tener efectos nunca vistos. Tiene un pequeño muelle, donde probablemente alguien paso mañanas y tardes disfrutando del amanecer y atardecer, ya sea en soledad o acompañado, porque guardarse un lugar tan único para uno solo es un poco soberbio.
Algún día tendré que mostrarle esto a alguien especial, que sepa que pueda apreciar tanto las cosas simples como las complejas, alguien que esté dispuesto a aventurarse a través de los mares por una recompensa que vaya más allá de lo físico.
Autor: Vinora