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erikurii

Erikur II


El Conciliador en Armas




Clase: Guerrero

Raza: Enano

Género: Masculino

Nacimiento: 1555

Fallecimiento: -

Lealtad: Sagrada Orden

Relacionados: ✝ Erikur I (Padre 1521-1589) Varekha (Madre - 1530) Hjalrrin (Compañero) Brynther (Mentora) Vingalm (Compañero) Thalyndra (Compañera) Arand (Gratul - Clan aliado) Vexillum (Felxzhery - Clan aliado)



Descripción física y personalidad


Erikur es de estatura media, ligeramente más bajo que su padre, pero con una complexión atlética, heredada de los entrenamientos y combates de su juventud. Su cabello es rubio, casi dorado, frondoso y bien cuidado al igual que su barba, y de ojos azules. Meticuloso, calculador y decidido. Posee la calidez de su madre, Varekha, pero su naturaleza es más reservada que la de su padre. No da rienda suelta a sus emociones, suele reprimir todo lo que siente para mantener un perfil alto y en base a lo que se espera de él. Es un hombre de honor, con un fuerte sentido de justicia. Testarudo y perfeccionista, igual que su padre. Leal. La elocuencia es una de sus principales virtudes.

Inicios del personaje


Erikur nació en el año 1555, en Banderbill, siendo el único hijo de Erikur I y Varekha. Desde su nacimiento fue alguien por el quien se esperaba mucho y cuyas expectativas eran muy altas según las tradiciones de su linaje. Se crió en un entorno privilegiado y tradicional, sin ser consciente de la gran responsabilidad que recaía sobre sus hombros. A pesar de la ausencia de su padre en los primeros años de su vida, su figura siempre fue una inspiración debido a que creció rodeado de historias sobre sus hazañas y logros. Desde pequeño, Erikur se entrenó tanto en las artes del combate como en la política, siguiendo los pasos de su padre y siendo instruido en diferentes ciudades del dominio Imperial. Su madre, Varekha, fue la que se encargó de la educación de Erikur II mientras su padre encontraba en viajes diplomáticos. Su carácter se forjó a base de disciplina y un profundo respeto por los valores que el Imperio siempre defendió.

Historia intermedia


El despertar: Primeros años. (Año 1555-1560)

Él siempre fue una persona extrovertida. Hacía amigos por todos lados; los rasgos que comparte con su madre se hacen notorios en su entorno diario. Solía ir a diario a los campos de entrenamiento de Banderbill, el mismo lugar en donde se formó su padre. Durante su estadía conoció a muchas personas, pero los que más se destacan son Hjalrrin, otro guerrero con el que prácticamente habían crecido juntos y forjaron una gran amistad. Brynther, una paladín humana de colosal en carácter, y la figura más respetada del campo de entrenamiento, mentora de casi todos por su complejo de madre y con experiencia previa en batalla. Vingalm, un joven cazador Elfo. El más reservado pero el más sabio. Le enseñó a ver más allá de lo que se puede ver a simple vista; a ver lo que otros no pueden ver. Thalyndra, una maga elfa oscura, sumamente inteligente y hábil quien le enseñó a cómo comprender las intenciones de la gente y utilizarla en base a sus necesidades.

Ascenso: El golpe de realidad. (Año 1573)

Aunque no era para nada un combatiente experimentado, a sus 18 años, participó en su primer combate real en defensa del Imperio. Su temprana habilidad con la espada era indiscutible y su destreza en el campo de entrenamiento había sido notablemente buena. Un grupo de insurgentes renegados intentaba tomar un pequeño asentamiento Imperial. Erikur y sus compañeros simplemente se entrometieron dentro de los asuntos de la Guardia Real tras oír el cuerno de guerra. Dejaron todo de lado en su afán de asistir y defender al Imperio.

El combate resultó ser mucho más brutal de lo que se esperaba. Por un muy breve momento, no pudo evitar sentir una gran frustración al verse rodeado por la violencia y la carnicería, pero gracias al liderazgo de Brynther pudo deshacerse de esta sensación, comenzando a asistirla en la toma de decisiones, y por ello, fueron capaces de reducir a los insurgentes, aportando soporte y ayuda a la Guardia Real.

Lograron salir con la victoria sin sufrir ninguna baja. Esto no sólo representó una victoria estratégica para Erikur, sino también una prueba de crecimiento personal y de las relaciones forjadas con aquellos que lo acompañaban. Sus compañeros se convirtieron en una extensión de sí mismo, en una familia elegida que lo acompañó en los momentos más críticos del combate y le permitió mantener la cabeza arriba. La hermandad que se forjó en la guerra se convertiría en uno de los pilares sobre los que construiría su futuro como líder.

Réplica: A la sombra de su padre. (Año 1585)

Con el tiempo, comenzó a crear sus raíces en el Imperio casi con una mentalidad exclusivamente belicista. Se sintió atraído por un camino más diplomático, sí, pero sin perder la disciplina y la resiliencia que había aprendido en entrenamiento durante su juventud. Comenzó a relacionarse con líderes y nobles de otros territorios Imperiales, estableciendo una red de aliados que poco a poco fue consolidando su propia influencia política.

Durante años, cultivó el respeto de la gente de manera relativamente fácil, pero siempre mantuvo una distancia emocional, pues temía no cumplir con el legado que dejó su padre en el pueblo Imperial, razón por la que la gente parecía confiar tanto en él. Comenzó a asumir un papel más visible en la política de Banderbill, preparando su eventual ascenso al liderazgo del Consejo de Ciudadanos.

Emprendió sus propios viajes por el Imperio, decidido a forjar su propia identidad lejos de las comparaciones, pero eventualmente, aprendió a vivir con ello. A medida que continuaba acumulando victorias en batalla, su presencia en el campo político también fue ganando terreno. Se dio cuenta que su destino no era solo pelear, sino también liderar y tener poder. Como su padre.

Se convirtió en alguien capaz de enfrentarse a las peores circunstancias. Participó y en algunas ocasiones comandó incursiones a territorios y mazmorras hostiles, enfrentándose tanto a rebeldes republicanos como a secuaces del Caos, y en cada enfrentamiento perfeccionó su estilo de lucha. Desarrolló una habilidad versátil y letal, capaz de adaptarse a cualquier tipo de enemigo. Era conocido por ser intuitivo en sus movimientos, confiando tanto en su capacidad física como en su estrategia.

Experto en combate cercano y en el uso de armas pesadas. No era simplemente un estratega que se quedaba atrás dando órdenes; él estaba allí, en medio del combate, guiando a sus hombres con hacha en mano. En cada misión, ya fuera de defensa o de ataque, Erikur no solo dirigía, sino que también luchaba junto a sus soldados y compañeros de vida, compartiendo el mismo riesgo y calor de la batalla.

Para él, no había mayor satisfacción que ganar una lucha con su propia mano. Enfrentó a decenas de enemigos y su objetivo era convertirse en un símbolo de fuerza. Su habilidad en combate era casi excelente, y su nombre comenzó a ser casi igual de reconocido que el de su padre. Él sentía que podía cambiar el curso de una guerra con solo estar presente. A pesar de este respeto ganado en el campo de batalla, también se convirtió en un hombre que comprendía el coste personal de la guerra, y si bien no era un sádico ni disfrutaba de la violencia por ella misma, el combate le proporcionaba una sensación de propósito y control.

Reunificación: La toma del poder. (Año 1591)

La muerte de su padre en el año 1589, el patriarca de la familia y líder indiscutido del Consejo de Ciudadanos de Banderbill, dejó un vacío de poder que nadie, ni siquiera los más cercanos consejeros del patriarca, sabían cómo llenar. Este fue el momento en el que él comienza a consolidar su poder en el ámbito político. Las tensiones dentro del Consejo de Ciudadanos se dispararon. Los miembros del Consejo, que durante años habían seguido al líder con la certeza de que las decisiones de Erikur I eran indiscutibles, se encontraron en una encrucijada.

No estaba claro quién podría tomar su lugar, y varios grupos dentro del Consejo empezaron a buscar aliados para obtener la presidencia, y ante la negativa de tener a un desconocido rigiendo sobre algo que su padre levantó con su propias manos, decidió tomar cartas en el asunto. Al principio, no se sentía preparado para asumir el cargo de presidente del Consejo, pero, como muchos en Banderbill pronto descubrirían, el hijo de Erikur I no solo poseía la destreza en combate, sino también una inteligencia política que muchos subestimaban y que ni él mismo sabía que tenía.

Cuando Erikur asumió la presidencia del Consejo, no solo tomó el control de una importante organización, sino que también se vio ante el desafío de equilibrar sus deseos personales con el legado de su padre. Con una visión clara y el apoyo de sus compañeros más cercanos como Hjalrrin, Brynther, Vingalm, y Thalyndra, quienes lo siguieron en todo su trayecto, decidió encaminar el proyecto por el camino adecuado.

Erikur comenzó a reformar la estructura del Consejo, y para ello, se puso en contacto con las amistades de su padre, y las personas en las que él confiaba: Gratul, un sabio y poderoso mago que en su momento fue la mano derecha de Erikur I en el Consejo de Ciudadanos de Banderbill, y Felxzhery una nigromante elfa oscura; ágil en combate y quien sacó a Erikur I de apuros en más de una ocasión, compañera de combate y experta en combate grupal.

Presente, aspiraciones y futuro


Erikur II reside actualmente en Banderbill, en un hogar de altos recursos en la zona residencial alta de Banderbill sin mantener un prefil bajo en cuanto a lujos y ostentaciones. En su día a día, se dedica a gestionar los asuntos del Consejo de Ciudadanos de Banderbill junto a Hjalrrin, Brynther, Vingalm, y Thalyndra quienes lo siguieron desde el primer momento, buscando equilibrar la prosperidad del Imperio con la justicia para su pueblo.

Aunque su posición como líder político es cada vez más firme, sigue siendo una figura joven en comparación con otros líderes veteranos del Imperio como lo fue su padre, lo que le genera tanto respeto como desconfianza por parte de algunos de sus aliados. A diferencia de su padre, que fue un hombre diplomático, Erikur II ha optado por una vía más bélica y aunque no se exime de liderar batallas si fuera necesario, su principal objetivo es garantizar la unidad del Imperio y fortalecer sus defensas para prevenir futuras amenazas, particularmente las provenientes de las Hordas del Caos tras lo sucedido en el año 1582.

Erikur II mantiene una relación cercana con varios líderes y figuras influyentes. Su mayor desafío y meta será mantener la paz y la estabilidad de un Imperio que, a pesar de sus esfuerzos, sigue siendo vulnerable a los conflictos internos y externos.

erikurii.txt · Última modificación: 2025/07/22 22:28 por behjer