Diario de Felxzhery
A una hora del Dungeon Cristal, he decidido tomarme un minuto para desahogarme. Thorne no deja de fastidiarme con sus bromas. Cada vez que creo que puedo disfrutar de un respiro, ahí está él, riéndose de mi capa de Heroina Sagrada como si fuera una cortina de ventana o recordando con entusiasmo cómo un golem de hielo me mató de un golpe y tuvo que revivirme mientras se reía a carcajadas. Gratul, en su estilo habitual, hace como que no escucha, aunque no pudo evitar soltar una risita cuando se enteró de la historia.
A pesar de que me saca de quicio, me alegra tenerlos cerca. Estoy bastante segura de que el Dungeon Cristal no será gran cosa para nosotros. Lo que realmente espero es que, si el yeti se libera del hechizo de paralización, le dé un buen golpe a Thorne para que se le quite lo gracioso.
En fin, es momento de volver al camino. Volveré a escribir cuando esto termine… si sobrevivo tanto al dungeon como a las bromas de Thorne.
Apartado Especial
La pesada niebla de tiempos oscuros se ha cernido sobre nosotros. El aire es irrespirable, las mareas están agitadas, los animales están inquietos… Pequeñas señales de lo que está por venir.
Dicen que estas tierras alguna vez gozaron de ciento noventa años de prosperidad. No lo comprendo. Desde que tengo memoria, los conflictos han sido la moneda corriente. No conozco un mundo sin guerra, sin traiciones, sin sangre derramada por el futuro del Imperio o su destrucción.
Es por eso que he decidido irme a explorar el pasado, muy atrás en la historia. El nombre de Lanther invade mi mente, la hija del gran Bargharas VI, quien fue en vida la que impulsó la creación de las murallas de Banderbill. Una corazonada en mi pecho más allá de mi comprensión me motiva a investigar más sobre ella, sobre quién fue y como la “Reina del pueblo” logró cautivar con su destreza en el combate, liderazgo y determinación la ciudad de Banderbill, o Bargharas, como se le decía en aquel entonces.
Quizás ahí, en los ecos del pasado, halle alguna clave para comprender este presente caótico. Entender quiénes fuimos, cómo llegamos aquí, y si aún hay esperanza de enderezar el camino.
Hoy abandono el frente de batalla. No sé si es una decisión correcta o no, y tampoco me importa cómo me juzguen por ello. Necesito este viaje. Un viaje solitario, de introspección, de búsqueda. En mi regreso, espero encontrar hábiles guerreros y adeptos a la causa imperial, dispuestos a levantarse en armas ante las nuevas amenazas que seguro, muy a mi pesar, invadirán nuevamente este mundo. Pero ahí estaré, más anciana, más sabia, pero con la misma determinación de antaño y por la cual me conocieron. Sin otro particular, me despido.
Felxzhery de Annkör
Autor: Felxzhery