El diario de Apulia
13 de noviembre de 1580
Luego de trabajar tanto, decidí comprarme éste diario. Cuando era niña, tenía uno pero lo abandoné allí en mi casa en Tiama. Quizás, cuando tenga el suficiente valor de volver a encontrarme con mi madre, lo pueda recuperar. Espero que cuando vaya, no sea tarde y ella no esté más allí. He conocido mucha gente, de todas las facciones y razas. Entre ellos, se encuentran: Qee, Dezzrya, Erikur, Gratul, Araelle, Aslemyr, Cerberus, Lhorm, Thono, Felxzhery, Jhution, entre otros. La mayoría, amables, aunque todos con algo en común. Ya van varios días que me preguntan por qué estoy soltera, que debo casarme con alguien, además de reírse de mi estatura. ¿Estoy lista para tener un compañero? ¿Estaré a la altura? Si hablamos de tamaño, lo dudo, pero quizás aún no estoy lista, también debo recordar que soy muy joven, no debo precipitarme. Cambiando de tema, el que me ha llamado la atención es el primer mencionado. ¿Por qué es tan irrespetuoso conmigo? Hace unos días, me lo crucé en Nueva Esperanza, y me ha llamado “sucia gnoma”. ¿Quién se cree que es para decirme sucia? Y peor aún ¿Como se atreve a decirme gnoma? Veo que hay personas con falta de empatía. Aunque me he fijado en algo, y es que porta un estandarte de color rojo. No lo había visto antes, ¿A qué facción pertenecerá?
16 de noviembre de 1580
He conocido la Asamblea Republicana en Suramei. Jamás había tenido el lujo de poder entrar allí, siempre la puerta estaba cerrada, protegida por un par de guardias que siempre me negaron el paso. Fue el lugar más bonito que jamás conocí. Todo fue gracias a Araelle, acompañada de ella, fue que los guardias incluso me saludaron. El lugar era encantador, había un trono de un material dorado que brillaba como las estrellas. Incluso había una biblioteca muy bonita de la cual me gustaría poder llevarme algún libro. Me siento muy afortunada de haber conocido a la druida, es una increíble persona y ha sido muy gentil conmigo.
24 de noviembre de 1580
¡Por fin! He logrado, luego de una gran batalla en un mapa desconocido, lograr a las trescientas cincuenta muertes enemigas. Un mensajero me envió una carta de la mismísima Fayne. Ella quería verme, ya que había oído que había acabado con muchísimos enemigos. La reunión se llevó a cabo. ¿Adivina qué? ¡Me ofrecieron ser parte de la milicia! Claramente, acepté sin dudarlo. Era una de mis metas, lo que más anhelaba en mi vida era que se me reconozcan las batallas que había logrado salir victoriosa. Incluso, me han regalado una túnica muy bonita, me gustaría conocer a la persona que la fabricó.
1 de diciembre de 1580
Oh, general Dharian. Como te extraña toda la república. Hace poco nos ha llegado un mensaje a todos de una misión de rescate. Aún no nos han dado muchos detalles, pero nos han convocado en la guarida de Ecnath a todos los milicianos y republicanos a las 22:30 hs. Lo único que deseo es poder traerte aquí con nosotros otra vez.
¡Lo hemos conseguido! Me han herido varias veces aquellas temibles bestias, pero nuestros sacerdotes hicieron una increíble labor y me encuentro como nueva. Nos costó bastante, pero logramos rescatar al general Dharian. Se lo veía muy mal, demacrado, se nota que había pasado mucha hambre. ¿Quién era la bruja que lo atormentaba? Era mucho más alta que yo, tampoco es muy difícil pero incluso era más alta que cualquier raza que jamás he conocido. Incluso parecía que volaba. Fue algo raro, había una energía bastante extraña, como que esa bestia era una especial, con muchísimo poder. Ahora, el general ha quedado descansando en la mansión de Suramei, ojalá verlo pronto.
2 de diciembre de 1580
Ha llegado a mis oídos que la teniente Fayne y el Líder del Consejo Imperial, de nombre Jerek, han tenido una reunión en la mansión Tiamana. ¿Será que mi madre ya no vive allí hace años? Espero que se encuentre bien. He oído que se buscan embajadores para llevar a cabo reuniones en la biblioteca de Lindos con… ¿¡Imperiales!?. Esto es un poco extraño, tiene pinta de que hay algo más allá, y que ellos saben mucho más que nosotros. ¿Qué tan complicados estamos como para aliarnos con el Imperio? Quizás sea algo serio.
Tomé la decisión de postularme. Quizás sea muy joven aún, pero sé que estaré a la altura para representar a la república. Ojalá que se me de la oportunidad, sé que mi madre y mi padre estarían orgullosos de mí, jamás pensé que podría llegar a donde estoy, y eso que esto acaba de empezar.
Autor: Apulia