Los murmullos sobre Nix, que antes eran solo susurros, ahora son un estruendo que retumba en mis huesos. El Caos lo siente, la misma sed de aniquilación nos impulsa a todos.

Ximaru teje sus intrigas desde las sombras, y Sakara… su presencia lo abarca todo, una marea de poder que se cierne sobre nosotros, anunciando la inminente devastación.

Nix, con su patética fachada de resistencia, cree poder detener lo inevitable. ¡Qué ceguera la suya! quizá antes de que la luna nueva se alce sobre esta tierra condenada, el Caos se desatará. Es hora de que confronten la verdadera naturaleza del poder, la fuerza cruda e indomable de nuestras filas.

Hoy, la tierra no temblará por un terremoto, sino por el avance de miles de botas pesadas. El cielo no se oscurecerá por nubes, sino por el humo asfixiante de sus ciudades en llamas. Los gritos que se escucharán no serán de lamento, sino el himno de la anarquía que nosotros, entonaremos con cada golpe devastador.

Este mundo ha permanecido demasiado tiempo bajo el velo de la “civilización”. Es hora de que sea purificado por el fuego, es hora de que el Caos revele su auténtico poder, que la devastación arrase con cada ilusión que han construido. Que tiemblen, que comprendan. No habrá clemencia. Solo la gloriosa y absoluta aniquilación.

A mis hermanos, a los fieles del Caos que marchan a mi lado, a cada guerrero que respira el aliento de la destrucción. Que vuestras armas sean extensiones de su propia voluntad, y vuestros corazones tambores de guerra. La victoria es nuestra por derecho, forjada en sangre y anarquía. Nos vemos en el infierno que crearemos en Nix. ¡Por el Caos!

Autor: Khylz