Qee


El Desvariado




Clase: Mago

Raza: Gnomo

Género: Masculino

Nacimiento: 1302

Fallecimiento: -

Lealtad: Hordas del Caos

Relacionados: TeQRYx (Uhanel Xill)



Descripción física y personalidad


Qee es un gnomo anciano, cuyo ceño se encuentra siempre fruncido. Tanto sus ojos como lo poco que queda de su rizado cabello son rojos como el mismísimo infierno, aunque en algún momento no fue así. Tiene un físico deteriorado por su longeva edad, lo que a menudo le ocasiona dolores de espalda y dificultades para caminar, utiliza su poderoso báculo capaz de amplificar sus poderes mágicos como bastón. Quizás no tenga una razón, pero no le gustan los gorros. Su corazón, consumido por la oscuridad, solo es capaz de odiar. Esta misma oscuridad destruyó su mente causando que desvarie frecuentemente.

Inicios del personaje


Fruto de un amor inconcebible - 1302 (695 D.bA)

Todo se remonta a una de las 10 familias nobles de Banderbill, los Saintlart. Lilia una joven gnoma hija de Frederic, tercero en su nombre y Nilda, era bondadosa y su espíritu aventurero. La relación con su familia era distante, ya que ella rechazaba rotundamente un casamiento político con otro noble. Esto provocaría que Lilia viviera apartada de su familia en una torre, lo que le facilitó escapar al sur en una noche de mucho revuelo. Norbert, también de raza gnomo, era un plebeyo que vivía en una humilde choza ubicada en un punto medio entre Banderbill y Ullathorpe, en la tierra donde los gallos cantan en el alba.

Sus destinos intersecaron en aquel día lluvioso de invierno, luego de que Lilia hubiera caminado toda la noche hacia el sur. Norbert quien se encontraba cerca del camino, al verla exhausta la invitaría a pasar a su humilde morada donde almorzaron juntos. Si bien Norbert era un plebeyo ignorante y hasta podría decirse que tosco, Lilia vería en él algo que nunca había visto en la nobleza, un alma libre.

Ansiosa por conocer el mundo Lilia convencería a Norbert de ir con ella, y su amor no tardaría en florecer. Luego de meses recorriendo Oderon su primogénito no tardó en empezar a gestarse, pero no todo eran buenas noticias.

Todo este tiempo un hábil asesino acechaba desde las sombras, informando cada detalle a la familia Saintlart la cual no se quedaría de brazos cruzados mientras su sangre quedaba manchada. “¡Que horror un plebeyo!”,resonó en toda la mansión cuando las noticias llegaron. En ese momento la decisión final ya había sido tomada, no se dejarían sobrevivientes.

En aquel día nublado donde por fin su primogénito había llegado al mundo, el habilidoso asesino arremetió contra la pareja de gnomos. Norbert cuya habilidad con la espada era tan básica como para enfrentarse a débiles criaturas, se dispuso a enfrentar a uno de los asesinos más talentosos del imperio, no sin antes indicarle a lilia que huya. En ese momento, como si el destino estuviera de su lado, empezó a llover fuertemente. El asesino no tardó en cortar el cuello del joven Norbert, para luego seguir con su siguiente presa. Lilia minutos antes había logrado dejar a su bebe en una carreta con rumbo desconocido, y entre lágrimas pero con una sonrisa en el rostro, ya que sabía que las huellas de la carreta no podrían ser rastreadas por la lluvia, murió.

Dura infancia en los barrios bajos - 1315(708 D.bA)

Años más tarde el joven gnomo, vivía en los barrios bajos de Banderbill en un distrito muy pobre de no-humanos junto al comerciante que manejaba la carreta. El distrito era peligroso repleto de maleantes de todo tipo, borrachos, el barro llegaba hasta los talones, el hedor era inaguantable. Sumado a eso el arroyo que por allí pasaba estaba contaminado con desechos mágicos, lo que la hacía sumamente peligrosa.

Qee /ki:h/ fue el nombre que el viejo le asignó, nótese la falta de apellido, tenía el pelo castaño y ojos café en ese entonces. Prematuramente empezó a llamarle la atención la magia debido a unos pergaminos básicos que el comerciante tenía en la casa, entre los cuales se encontraban “Rah’Za’Lu”, “NIHIL VED”, “Fogus Saex”, “SUN VAP” , “CORP SANC”.

Su relación con el viejo comerciante no era buena ya que él lo veía como una boca más que alimentar y por momentos pareciera que hasta le temía. El joven gnomo pasaría la mayor parte del tiempo en las calles practicando sus hechizos.

Diariamente Qee salía de Banderbill con su báculo de aprendiz en dirección a Arghal ya que allí se encontraba un pozo con agua potable, aprovecharía el viaje para matar serpientes y hasta lobos con sus hechizos. Fue allí donde conoció a un joven drow llamado Uhanel Xill quien se encontraba practicando el combate con armas y la defensa con escudo, intrigado por la magia del gnomo le pidió que fuera su mentor, Qee aceptó sin pensarlo y ese fue el inicio de una amistad que perdurará siglos.

Juntos crecieron volviéndose más y más fuertes, el joven drow con aspiraciones por volverse paladín ya que su padre también lo era y Qee aspiraba a ser un gran mago algún día con el objetivo de usar su magia para el bien común, ya que su corazón era bondadoso como él su madre aunque frágil.

Eventualmente el campesino dejaría al gnomo a su suerte no sin antes contarle lo poco que había visto en aquella tormentosa noche, explicando también el temor por su vida que sentía cada día mientras él estuviera cerca. Uhanel al enterarse lo invitaría a vivir a su morada junto a su padre Kaslor Xill, quien le regalaría un collar antiguo de origen élfico como regalo de bienvenida.

Historia intermedia


El asesinato de un paladin legendario y el distanciamiento del duo - 1356(749 D.bA)

En su temprana adultez, el gnomo ya era un mago talentoso y culto. A pesar de vivir en el imperio nunca se sintió representado por el mismo, su sueño nunca fue entrar en la academia de magos de Banderbill cuyo ingreso era reservado para las altas esferas, a pesar de que sería becado fácilmente si así lo hubiera querido. Aborrecía a la nobleza Banderbilleana a quienes frecuentemente llamaba “quienes creen ser seres de luz” o “aquellos cegados por la luz”.

Diariamente pensaba abandonar la ciudad en busca de pergaminos y manuscritos mágicos, además de su collar élfico salía una extraña fuerza que lo guiaba hacia el sur-este. Sus deseos no tardaron en cumplirse, más no sería de la forma que él esperaba.

Una noche, un grupo de cinco encapuchados entraron forzando la cerradura sigilosamente a la morada, su objetivo era un antiguo pergamino conservado por la familia Xill por siglos. Contenía un hechizo legendario, “Lure Xill” las leyendas cuentan que era capaz de materializar una espada tan fuerte como una forjada por los antiguos herreros enanos.

Kaslor, luchó con fuerza y celeridad para defender lo más preciado que tenía, el honor de su familia. “Migen Kaeltar” seguido de “Lure Xill” , se escuchó hasta en el último rincón de la casa, lo que despertó a Qee y a Uhanel, quienes de inmediato corrieron al salón para ver una escena dantesca. Dos de los intrusos muertos en el piso desmembrados y Kaslor herido de muerte. Su hijo Uhanel, junto a Qee , inexpertos pero dispuestos a morir arremetieron contra los intrusos restantes, más el destino les jugaría una mala pasada.

Fue lo último que vio tras desvanecerse para luego caer de unos diez metros al suelo, en tierras desconocidas. Al levantarse del suelo, con algunos huesos rotos por la caída, se dio cuenta de que se encontraba solo en territorio desconocido, pero lejano ya que el sol ya había salido. Herido y en tierras desconocidas rápidamente entendió que ya nada podía hacer por volver, y asumió lo peor.

A media noche recostado en la tierra, entre lágrimas y dolor perseguido por el insomnio se levantó y con ayuda de su magia, cavó dos tumbas que luego llenó con pequeñas piedras, usó dos piedras más grandes como lápidas y finalmente selló sus nombres con magia.

Levantó su mirada y observó el cielo más bello que jamás había visto. La luna medio llena brillaba como nunca antes, las estrellas nítidas, pudo notar que algunas parpadeaban. Dos cometas pasaron en aquella estrellada noche, al verlos dijo con voz quebrada, “Jamás podré pagar por lo que han hecho por mi”.

Conociendo Rhagnark - 1357 (750 D.bA)

Días pasaron o incluso semanas, pero el gnomo la civilización no encontraba hasta que a lo lejos vio un grupo de elfos caminar y decidió seguirlos sin dudar. Luego de horas, ante él se encontraba la imponente ciudad élfica de Illiandor.

Los elfos amablemente aceptaron al gnomo, quien ya era independiente y allí encontraría la paz por décadas. Entre sus actividades en Illiandor encontrarian, leer pergaminos élficos avanzados, recorrer las minas Thôrdore, y ayudar a la gente con su magia. Qee no tardaría en ser reconocido en toda la ciudad por sus acciones benevolentes.

El tiempo pasaba y su fama crecía, más lo que el gnomo no sabía es que todo cambiaría un día. Una joven elfa rubia cuyo nombre era Ara, se presentaría en su morada en busca de un maestro que le enseñe hechicería. “Primero cuéntame tu historia” dijo el gnomo intrigado, finalmente aceptó ser su mentor al sentir empatía por la joven elfa huérfana luego de oír su trágica historia.

Su collar seguía intentando guiarlo, pero ahora lo incitaba a ir sur-oeste. Decidido a seguir a esta extraña fuerza, le dijo a su aprendiz, “Los grandes magos no aprendieron encerrados entre muros, viajaremos hacia el sur”. Su aprendiz asintió con la cabeza y tan pronto como pudieron partieron.

En su camino al sur la elfa se enfrentó a osos, basiliscos, fangos y hasta apariciones. Llegando al sur, su collar empezó a guiarlo hacia el oeste donde se dio cuenta que tendría que viajar por el océano. Entendiendo el peligro que esto suponía, decidió esperar un tiempo para enseñarle magia más avanzada, “He aquí un anillo espectral, se utiliza para usar hechizos poderosos” le dijo a Ara.

El viaje, la profecía y el feroz dragón - 1430 (823 D.bA)

Tras ser advertidos del peligro que implicaría el viaje al oeste, zarparon en una embarcación pirata. Meses pasaron y la embarcación se encontraba pasando cerca del archipiélago Zero fue en ese momento cuando a lo lejos la embarcación avistó una gigante criatura alada. “¡Un dragón! “ exclamó el capitán del barco mientras las aguas se tambaleaban, el gnomo miró al cielo y apreció a la imponente criatura escamada. El dragón, siguió sin inmutarse hacia Tundra Zero donde descendió.

Al llegar al puerto de Nueva Esperanza, el gnomo al ver la tierra de origen de su raza, sintió una conexión ancestral con el territorio. Pero la fuerza de su collar no se detuvo aquí, por lo contrario cada vez tiraba más fuerte. Luego de caminar por unos minutos, avistaron en el lugar una vieja casa en muy mal estado. Al acercarse notaron que la puerta derruida, podía abrirse fácilmente.

Antes de entrar en la casa ambos usaron Invisibilidad Superior. Al abrir la puerta y entrar notaron una risa mezclada con tos que venía del sótano. El maestro y su joven aprendiz finalmente bajaron, allí se encontraba una elfa muy mayor ciega y con marcas de corte vertical en ambos ojos. La anciana les indicó que se sienten con una seña, y luego aplaudió, prendiendo antorchas verdes que iluminaban toda la sala. “Les contaré su futuro”, dijo la anciana mientras sacaba su bola de cristal.

Qee se encontraba atónito ante la bizarra situación en la que se encontraba. El collar del gnomo empezó a vibrar como nunca antes, la señora empezó a mover las manos alrededor de la bola y como si en trance estuviera, su voz cambió, sangre salió de sus ciegos ojos y recitó “Veo la tragedia, fuego, muerte, dolor, un susurro maligno, el caos y un reencuentro, nadie puede escapar de la causalidad, ni siquiera tu”. De pronto las luces se apagaron, el collar se rompió a la mitad y la anciana dijo “ahora lárguense”.

Al salir Qee se mostró desilusionado por el desenlace de su viaje ya que él no creía en el destino, al verlo Ara intentó consolarlo, sin éxito alguno. Tan pronto como pudieron, se dirigieron al puerto para volver a Illiandor, donde el pirata que los trajo los estaba esperando y sin mucha cháchara partieron de vuelta.

Algunas semanas habían pasado tras su partida de Nueva Esperanza, el barco se encontraba rodeando el archipiélago Zero, cuando de repente el clima cambio, una fuerte tormenta eléctrica cayó sobre la embarcación y como si fuera poco el dragón que parecía no haberse inmutado ante la presencia de criaturas tan inferiores en su primer encuentro, esta vez se encontraba iracundo, entre rayos y truenos se acercaba la criatura con cada aleteo. Cuando se acercó lo suficiente, atacó con su gran aliento de fuego destruyendo el barco por completo en segundos.

¿Héroe o villano? el descenso a la locura del gnomo - 1438 (831 D.bA)

Despertó en las costas de Suramei, con arena en la boca y un sol que lo cegaba, sin entender la situación miró en todas las direcciones, vio restos del barco quemado por todos lados, sus ojos se abrieron de par en par tras entender lo que había pasado, buscó en la costa desesperadamente hasta que llegó a una gran piedra donde allí se encontraba recostada en el piso, calcinada la joven e inocente elfa.

Este fue el fin del Qee que todos conocían. “¿Por qué?”, fue lo último que dijo con una expresion triste antes de ser consumido por la ira, en ese instante su cabello y sus ojos cambiaron de color a rojo, su seño se fruncio y empezo a destruir todo lo que se le antepusiera, “Nihil Mortem” sonó una y otra vez mientras el gnomo se adentraba en el sendero del este.

Mientras caminaba el sendero del este hacia el bosque muerto, empezó a escuchar voces mientras, más se acercaba al bosque más voces eran, “Puedo darte poder, solo debes seguir mi voz”, el gnomo completamente cegado por la ira siguió las voces hacia el bosque muerto destruyendo árboles, criaturas y todo a su paso.

Cuando llegó se encontraba en el medio de un campo de batalla, pero eso no fue problema, siguiendo las voces, se abrió paso destruyendo a cada enemigo que se le ponía delante mientras reía de forma desquiciada, parecía que bailase sobre el campo de batalla. Por un momento pudo ver una espada que brillaba en el campo de batalla pero desinteresado, siguió masacrando a sus rivales. La batalla cesó cuando una horda de saqueadores de minas se entrometió, los muertos estaban por doquier.

Vagó por los restos del campo de batalla un tiempo, hasta que alguien puso su mano en su hombro, molesto se giró y su ira cesó temporalmente al ver a quien creía muerto, Uhanel se encontraba vivo, en su mirada triste también se veía el odio, “A pesar del tiempo y que tu cabello cambio, jamás podría olvidar tu rostro” dijo el drow, Qee se mantuvo callado y expectante. “El imperio mató a mi padre debo destruirlo, únete a las hordas del caos” remató Uhanel cuya mirada no era la misma que la de aquel entonces.

El gnomo subió a la imponente embarcación del drow que era digna de admirar, su madera no era de estas tierras, su forma aerodinámica sin duda había surcado los mares una infinidad de veces. Ambos emprendieron su largo viaje a Orac, la ocasión perfecta para ponerse al tanto, sin embargo el silencio reinó en la embarcación. Las voces cada vez eran más intensas mientras se acercaban.

Al llegar al puerto de la oscura isla olvidada por la luz, los guardias los esperaban como si supieran que vendrían. La tierra era negra como si la vegetación hubiera sido quemada, los árboles colgaban cadáveres de inocentes, cuernos salían del suelo como si fueran de una antigua bestia y en el centro podía divisarse una cueva de origen desconocido. Finalmente fueron escoltados hasta un orco imponente, donde ambos perdieron su alma para siempre.

Presente, aspiraciones y futuro


Consumido por la locura - 1580 (973 D.bA)

En la actualidad, cuando se encuentra consumido por la locura reside en Orac donde sus pasatiempos son observar las ejecuciones públicas mientras ríe, baila y bebe vino, aunque en sus breves momentos de cordura es común verlo en Nueva Esperanza donde siente una fuerte conexión con el territorio. Frecuentemente busca almas para atormentar en mazmorras o incluso en las cercanías de ciudades enemigas. Siendo solo una sombra de lo que solía ser, se unió a las hordas del caos en busca de destruirlo todo.