Esquirlas de Fuego

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El día se presentaba frío y nublado como hacía unos días venía manifestándose. Sakara, Jerarca de la Legión Caótica, se encontraba intrigada y emocionada por la presencia de poder que su cuerpo poco a poco iba atrayendo. Cada día llenaba de nuevas almas los calabozos y torturaba hasta obtener lo que quería de ellas, información sobre esa embriagante energía.

Gor Shak, quién mutilaba y desmembraba soldados entrenando, acotaba palabras rápidas sin sentido alguno, observaba a su superior riendo y con una mirada llena de deseos.

Tras enterarse de la presencia de una energía misteriosa del inframundo, Sakara ordenó a sus esbirros moverse y buscar el origen de esa energía.

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Sakara> ¡Hoy es el día malditas escorias! Nuestros exploradores lograron hallar el origen de la misteriosa energía. La misma es emitida por un cristal en el interior de un antiguo fuerte pirata de un archipiélago helado.

Sakara> ¡No quiero excusas, sólo resultados! Cada segundo cuenta… una gran presencia de poder y destrucción está presente en ese lugar. ¡No podemos dejar que se escape de nuestras manos!

Las Hordas del Caos lideradas por Sakara y Gor Shak, fueron llevados a través de un portal que Sakara creó al Estrecho Glaciar Virgen.

Allí, en el Fuerte Pirata abandonado se encontraron con el dichoso cristal, pero para su sorpresa, ahora se encontraba custodiado por un Hechicero de Fuego. El Hechicero necesita absorber toda la energía del cristal, para evitar intrusos creó una barrera mágica a su alrededor de la zona. ¡No tienen mucho tiempo antes de que lo absorba por completo! Durante la lucha El Hechicero invocó criaturas del inframundo e incineró a todos los que se acercaban a querer tocar el Cristal. Las caóticos se dieron cuenta que luchar contra él sería en vano por lo que decidieron destruir el cristal para que el Hechicero no pudiera absorberlo.

Sakara> ¡Destruyan esa barrera mágica y asegúrense de que ese Hechicero no absorba la energía de NUESTRO cristal!

Luego de pelear y destruir el cristal, el Hechicero de Fuego se retiró sin poder absorberlo en su totalidad. Sakara se acercó al cristal destruido y guardó varios de sus fragmentos en su túnica.

Gor Shak> ¡Abran portales, mediocres! Sakara necesita investigar esos fragmentos.

Sakara ordenó dejar guardias custodiando ese fuerte en caso de que las criaturas vuelvan a aparecer, reclamándolo como una base de avanzada caótica y punto estratégico para las hordas, de ahora en más denominado como Fuerte Krip.