Portadora del Amanecer | ||
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| Clase: Paladín Raza: Humano Género: Femenino Nacimiento: 1549 Fallecimiento: - Lealtad: Armada Imperial Relacionados: Milesa | |
Descripción física y personalidad
Ehide es una mujer de complexión atlética, de cabello gris y piel clara. Su mirada intensa y decidida refleja la fortaleza de su carácter, mientras que su porte firme inspira respeto entre sus compañeros de armas. Aunque no es de alta cuna, su temple la distingue como una líder natural. De personalidad leal y solidaria, Ehide no duda en proteger a los suyos y en defender la justicia, incluso si esto la enfrenta a sus superiores. Su espíritu amable, pero severo, ha ganado la confianza de quienes la rodean y el respeto de quienes comparten su visión. Su determinación y ética la convierten en un pilar dentro de la Armada Imperial.
Inicios del personaje
Nacida en 1549 en una familia de clase media de Banderbill, Ehide tuvo una infancia modesta pero rodeada de los valores de trabajo duro y respeto que su familia le inculcó. Sus padres tenían una pequeña herrería, donde pasó muchos días ayudando a forjar armas, armaduras y herramientas esenciales para los soldados del Imperio. Creció escuchando historias sobre las hazañas de la Armada Imperial y el valor de sus integrantes, lo que despertó en ella un fuerte deseo de servir al Imperio y proteger a su gente. Desde los 15 años, Ehide entrenaba con mucha disciplina para unirse a este cuerpo de élite de la Armada Imperial. Sus días comenzaban antes de que saliera el sol, trabajando con su padre para fortalecer sus brazos y resistencia. Durante la tarde, practicaba combates cuerpo a cuerpo y el manejo de armas bajo supervisión de un ex soldado amigo de la familia, aprendiendo técnicas y tácticas militares. Tenía una dieta muy estricta, con descansos limitados, donde le permitía gestionar el cansancio. También entrenaba en carreras y escaladas en terrenos difíciles cerca de las costas de Banderbill, logrando endurecer su cuerpo y mente para poder soportar las exigencias de una batalla. Finalmente logró enlistarse en la Armada Imperial, determinada a hacer una diferencia y a seguir los principios de honor y justicia que admiraba.
Aunque sus orígenes no eran aristocráticos, ella destacaba por su destreza física y su voluntad inquebrantable. Estás características le fueron de mucha ayuda en sus inicios como soldado del imperio, la cual fue asignada a numerosas misiones en defensa de puestos de avanzada a la edad de tan solo 20 años. Sus continuas victorias le permitieron escalar rápidamente de jerarquía y también aumentó el respeto que le tenían sus colegas, hasta lograr el cargo de “General” en reconocimiento a su habilidad para liderar en combate, dispuesta a enfrentar los desafíos más peligrosos y a dar esperanza a sus aliados en las horas de mayor oscuridad.
Historia intermedia
A lo largo de sus años, Ehide participó en múltiples misiones en defensa del Imperio, enfrentándose a amenazas como las Hordas del Caos y los temibles orcos. Fue en una de estas misiones en el continente helado de Annkör, donde fue asignada a una misión de inspección en una mina ubicada en Tundra Tiama. Aunque estas minas ya habían sido exploradas anteriormente, la misión tenía el objetivo de asegurar y evaluar los enormes recursos de hierro y plata encontrados. Sin embargo, nadie se atrevía a adentrarse en lo profundo de la mina, ya que se decía que era la guarida de los colosales golems de hielo.
Durante el transcurso del viaje, junto a un grupo numeroso de soldados, conoció a Milesa, una maga elfa que parecía tener algo peculiar que le llamó la atención, la maga provenía de orígenes aristocráticos, algo que no se frecuentaba ver en los frentes de batalla. Luego de intercambiar historias, Ehide quedo impresionada por la voluntad de su nueva colega de abandonar su cómoda posición económica para unirse a la Armada Imperial, esto generó una conexión inmediata entre ellas.
El desembarco a las tierras heladas no fue como se había planeado y terminó siendo una emboscada mortal ante las garras de un vasto número de huargos, lobos e incluso hasta un enorme golem de hielo. Los soldados caían uno a uno, y tanto Ehide como Milesa tuvieron que unir sus fuerzas para sobrevivir. Mientras la maga lanzaba hechizos para contener a las criaturas, Ehide luchaba en primera línea, manteniendo a raya a los monstruos para dar tiempo a su nueva compañera de conjurar sus hechizos. Si bien lograba repeler los constantes ataques, todo acabó cuando el golem de hielo despedazó a muchos combatientes, quedando un remanente que finalmente fue masacrado por los huargos que continuaban apareciendo. Ante la desesperación de una muerte asegurada, Milesa comienza a conjurar un enorme hechizo de fuego que podría lograr la diferencia en combate, a su vez, Ehide observa que la maga, ciega en el fervor de la batalla, estaba a punto de ser atacada por los temibles lobos mientras duraba su conjuro, y salta a su rescate, imponiéndose ante los lobos con su enorme escudo, permitiéndole a su compañera lanzar una llamarada de fuego, eliminando a la mayoría de los atacantes, y así generar una vía de escape de vuelta a la embarcación.
Pese a que lograron sobrevivir y regresar a Banderbill, ambas fueron injustamente acusadas por los altos mandos de no cumplir con las expectativas de la misión. Indignada por la falta de apoyo y en defensa de ambas, Milesa desafió a sus superiores, cuestionando su liderazgo por enviar a pocos soldados con experiencia limitada a misiones de tal magnitud sin un equipo adecuado. Este acto consolidó la lealtad y amistad entre las dos, y ambas lograron unir fuerzas para fundar una organización, donde se entrenarían fuertes guerreros y se daría continuo abastecimiento de equipamiento para misiones.
A los 26 años, Ehide fue asignada junto a un destacamento de la Armada Imperial para asentar un puesto de avanzada en Annkör. Ella y su destacamento llegaron al caer la tarde, montando un campamento con torres y estableciendo un puesto defensivo improvisado con barricadas, para protegerse ante posibles ataques de cualquier bestia que merodeara en busca de comida. A medida que la noche avanzaba el silencio y la noche helada se tornaban inquietantes. Justo antes del amanecer los vigías observaron sombras entre los árboles, un ejército de mercenarios y huargos entrenados se acercaban en silencio. Lo que había comenzado como una misión rutinaria se transformó cuando el ejército enemigo asedió el puesto improvisado. Ehide asumió su liderazgo cuando los defensores cayeron en desánimo ante las constantes caídas de sus soldados, organizando a las tropas en defensas estratégicas alrededor de las últimas dos torres de vigilancia. Con una carga al amanecer, lideró a los soldados, dispersando al enemigo y asegurando la victoria. Luego de este acto de valentía sus compañeros la comenzaron a llamar la “Portadora del Amanecer”, por su valía y pensamiento crítico ante una batalla que parecía no tener fin, pero todo culminó al salir el sol.
Presente, aspiraciones y futuro
La experiencia en el norte impulsó a Ehide y Milesa a fundar UKF (United Kingdoms of Faith), una organización dentro de la Armada Imperial comprometida con la protección del Imperio y de sus ciudadanos de manera ética y organizada. Esta tiene como objetivo no solo formar soldados valientes y disciplinados, sino también exigir una estructura de mando justa y responsable. Ehide, junto a Milesa, trabajan arduamente en los valores de respeto, integridad y responsabilidad, entrenando a jóvenes reclutas para que comprendan la importancia de la justicia y la empatía en la defensa del Imperio.
En el año 1580, Ehide se ha convertido en una figura clave dentro de la Armada Imperial, y su posición en UKF como líder, le permite imponer sus ideales de justicia y proteger al Imperio de manera honesta y comprometida. Sueña con ver un Imperio fortalecido, donde los soldados se guíen no solo por el deber, sino por un profundo respeto hacia aquellos a quienes protegen. Aunque su vida ha sido dedicada al Imperio, espera que su legado inspire a futuras generaciones de guerreros a forjar una paz duradera y justa, basada en los valores que tanto ha defendido.