Dezzrya


Guardiana de la Redención




Clase: Mago

Raza: Gnomo

Género: Femenino

Nacimiento: 1495

Fallecimiento: -

Lealtad: Armada Imperial

Relacionados: Eldrin



Descripción física y personalidad


Dezzrya es una pequeña gnoma de cabello castaño claro con su característico peinado con dos moños en la parte superior de su cabeza. Tiene la piel suave y pálida, que acentúan sus ojos marrones profundos como la oscuridad del abismo.

Tiene una apariencia y una personalidad amable y generosa; no obstante, también carga con una sombra en su corazón debido a su feroz pasado en el camino de la búsqueda del descubrimiento de su potencial mágico. Tiene una curiosidad innata, lo que la lleva a explorar y aprender todo lo que puede del mundo que la rodea, es reservada y tiende a ocultar sus emociones, pero su lealtad hacia aquellos que considera amigos es inquebrantable.

Inicios del personaje


La historia de esta gnoma comienza – o al menos, es lo que ella recuerda – cuando a la edad de siete años fue encontrada por un elfo llamado Eldrin. La caravana en la que viajaba con sus padres transitaba por los campos abiertos rumbo a la ciudad neutral de Rinkel, en el continente de Oderon, cuando fue atacada por unos oscuros y despiadados seres, al menos ella así recuerda aquellos rostros. Este encuentro resultó en el secuestro y asesinato de la mayoría de los miembros de la caravana; entre ellos sus padres. Para la fortuna de la gnoma, Eldrin, un elfo y respetado mago miembro de la Armada Imperial, se encontraba en una misión de reconocimiento en los campos entre la ciudad de Ullathorpe, bajo dominio Imperial, y la neutral Rinkel. Al encontrar a la pequeña entre los restos de la caravana, decidió protegerla y criarla bajo su cuidado. Desde muy temprana edad, Dezzrya sintió la soledad de haber perdido a sus padres, y aunque Eldrin le brindó el amor de un padre, nunca logró llenar completamente ese hueco en su corazón.

Criada en la ciudad de Banderbill, recibió de Eldrin educación en diversas artes, como la sastrería y el control de la magia elemental. Pese a su temprana edad pero con su innata inclinación hacia a la magia debido a la raza gnomo rápidamente aprendió hechizos como “Rah 'Za 'Lu” y “Sun Vap”. Estos hechizos sencillos la ayudaron a comprender la magia y a defenderse de criaturas como serpientes, murciélagos y hasta temibles lobos que la superaban en tamaño.

Historia intermedia


A medida que Dezzrya se aventuró junto a Eldrin en varias misiones — la mayoría de ellas de reconocimiento — ,sus habilidades mágicas florecían. Con cada encuentro con bestias, su confianza crecía, y en los momentos de descanso, se dedicaba a estudiar antiguos grimorios y aprender nuevos hechizos. Ya en su juventud, dominaba tanto hechizos de curación como de ataque, y había alcanzado a dominar un poderoso hechizo llamado “Rahma Nañarak O'al”, del cual había leído en un grimorio tras escabullirse en la sección oculta de la Biblioteca de Banderbill. Este conocimiento le otorgaba un sentido de poder y responsabilidad, pero también la acercaba a la oscuridad que latía dentro de ella.

Su maestro, consciente de su creciente dominio mágico, comenzó a notar algunas actitudes en la pequeña. En momentos de tensión, especialmente cuando se enfrentaba a criaturas peligrosas o cuando intentaba dominar hechizos avanzados, la dulce gnoma que él había criado parecía volverse un reflejo de una fuerza oscura y despiadada. Sus ojos, antes llenos de inocencia, adquirían un brillo frío y calculado, y la bondad que caracteriza a Dezzrya comenzaba a ceder ante una ambición voraz de aumentar su conocimiento y poder mágico.

Eldrin intuía que esa ambición tenía raíces profundas. Sabía que la trágica pérdida de sus padres había dejado cicatrices dentro de ella, despertando un deseo de protegerse a cualquier costo. Así, en cada encuentro con el peligro, Dezzrya no solo luchaba contra sus enemigos o desafíos, sino también contra el fantasma de la impotencia que había sentido cuendo era una niña. Este conflicto interno la empujaba a cruzar sus límites, ansiosa por acumular el poder necesario para nunca volver a experimentar esa vulnerabilidad. A medida que la gnoma y su maestro realizaban sus misiones, él empezó a escribir cartas al Imperio, relatando su avance y advirtiendo sobre las sombras que comenzaban a rodear a su aprendiz. Aunque se mostraba optimista, había momentos en que las palabras de Eldrin se tornaban preocupadas, sugiriendo que la oscuridad podría estar llamando a Dezzrya.

La vida de la joven y Eldrin estaba llena de desafíos, pero el momento que cambiaría el rumbo de su historia llegó en el momento menos esperado. La Armada Imperial le había encomendado a Eldrin una misión de escolta de mercancía desde la ciudad campesina de Ullathorpe hacia la ciudad de Nix a través de un camino conocido por ser tranquilo. Sin embargo, lo que debería haber sido un viaje rutinario se tornó en una trampa mortal. En medio del trayecto, el clima comenzó a tornarse bastante complicado, una niebla densa cubrió el camino disminuyendo la visión a unos pocos metros. Eldrin, consciente de la situación, levantó su guardia pero la falta de visibilidad les dificulto detectar la emboscada que se les venía encima.

Un grupo de bandidos, ocultos en la niebla, lanzaron un ataque sorpresivo. Aunque el mago elfo era poderoso, se vio rápidamente superado por la ventaja numérica de sus enemigos. Con la determinación de proteger a su aprendiz, Eldrin intentó conjurar un poderoso hechizo para contrarrestar la emboscada, pero un ataque relámpago de uno de los enemigos interrumpió su concentración. Fue en ese instante de distracción que uno de los bandidos logró asestar un golpe fatal. Dezzrya, atónita, vio como su mentor caía. Su grito resonó en la niebla, y aunque Eldrin intentó levantarse, el brillo de su magia comenzó a apagarse.

Desesperada, su mente recordó un hechizo que había leído en un grimorio, uno que generaba una gran implosión en el área, sus palabras mágicas eran “Nihil Mortem”. En medio del caos, ella comenzó a sentir que la oscuridad que llevaba dentro se intensificaba, llamándola a abrazar el poder que siempre había estado al alcance de su mano. Sumida en la ira, comenzó a conjurar el hechizo, y una poderosa implosión se desencadenó entre los bandidos, desintegrando a varios de ellos. La lucha era feroz, pero la superioridad numérica pronto se hizo evidente. Fue entonces cuando utilizó un hechizo de invisibilidad para escapar de la escena, dejando atrás el caos y el cuerpo sin vida de Eldrin.

De regreso a su ciudad, Dezzrya sintió dentro suyo un afán de ira y desasosiego que la llevó a abandonar al Imperio para fortalecer su soledad en la neutralidad. En esta nueva vida como renegada, marcada por la ambición y la seducción del poder, comenzó a tomar decisiones cada vez más oscuras. Se convirtió en una figura temida, eliminando a quienes consideraba obstáculos en su búsqueda de poder, incluidos miembros del Imperio. Cada crimen la alejaba más de la gnoma bondadosa que había sido, mientras la atracción hacia la magia oscura crecía en ella.

Con el tiempo, su nombre resonó en los círculos oscuros y en las esferas del Imperio. Las cartas de Eldrin, que había enviado al Imperio elogiando su potencial pero advirtiendo sobre los momentos en que la veía dominada por la oscuridad, comenzaron a cobrar vida. Aunque muchos la veían como una criminal peligrosa, otros recordaban las palabras de Eldrin, lo que les hizo cuestionar cómo una joven con tanto potencial había sido consumida por las sombras.

En su búsqueda de poder y conocimiento, Dezzrya se aventuró hacia otros continentes, comenzando con su llegada a Tiama en el continente helado de Annkor. Allí, se topó por primera vez con miembros de la República que luchaban contra la opresión del Imperio. La República se había convertido en un símbolo de resistencia y esperanza para aquellos que se oponen al Imperio. Mientras Dezzrya exploraba Tiama, también escuchó hablar por primera vez de las Hordas del Caos, un grupo temido que atacaba indiscriminadamente tanto a la República como al Imperio y hasta a sus propios miembros.

Su ambición la llevó a explorar lugares oscuros y peligrosos, como la Isla Rakj, donde se adentró en las profundidades de Caverna Verill. Allí enfrentó desafíos que pusieron a prueba su magia, llevándola a demostrar su determinación en la búsqueda de incrementar su poder mágico.

Durante su travesía y su condición de neutral, también visitó la isla siniestra de Orac, territorio de las Hordas del Caos, lideradas por el temido Comandante orco Gor'Shak. En su visita, pasó por una taberna y escuchó planes de un ataque a gran escala contra el Imperio, lo que despertó viejos recuerdos de Eldrin, su mentor, quien había dedicado su vida a cuidarla y proteger al Imperio. En ese momento crítico, la maga se enfrentó a una elección difícil, continuar su camino en busca de más poder o alertar al Imperio sobre la inminente amenaza.

Decidida a redimirse, Dezzrya optó por regresar al continente Oderon y advertir a los imperiales sobre el ataque. Sin embargo, su regreso no fue inmediato, ya que requería tiempo para preparar su advertencia, considerando la magnitud de la amenaza que se avecinaba. Sabía que, para ganarse la confianza de los imperiales, tendría que enfrentar su pasado. A su llegada, se presentó ante las puertas de la que alguna vez había sido su hogar y reveló los planes que había oído, pero los guardias de la ciudad la llevaron directamente a prisión.

Mientras la gnoma estaba prisionera, los guardias susurraban sobre su captura y el poder que poseía. Entre los que escucharon los murmullos se encontraba Rion, un emisario del Imperio y amigo de Eldrin, quien había estado buscando a Dezzrya tiempo antes de que ella haya partido del continente. Rion había leído las castas de Eldrin y sabía que la gnoma iba a estar perdida, por eso había partido en su búsqueda antes que cometa algún error, aunque este llegó un tiempo más tarde y ella ya había comenzado a transitar su propio camino.

Los líderes imperiales, reconociendo el valor de su información, le ofrecieron una oportunidad de redención: unir fuerzas en la lucha contra las Hordas del Caos, pero bajo la condición de que ella trabajara para demostrar su lealtad y enmienda de sus acciones pasadas. Así, se le asignó la misión de ayudar a las fuerzas imperiales en la defensa del Imperio. Gracias a su conocimiento sobre las tácticas de las Hordas, lograron neutralizar el ataque antes de que se convirtiera en una catástrofe, protegiendo así a la población.

En estas batallas fue conociendo ciudadanos que hoy serían sus aliados, magos como Gratul y Milesa, clérigos como Reitend y paladines como Jhution. Con ellos se ha aventurado en distintos Dungeons, ha batallado tanto contra grandes criaturas como los legendarios dragones o simples grupos de enemigos.

Finalmente, sus hazañas en la defensa del Imperio y su valentía frente a las Hordas del Caos le ganaron el respeto de los líderes imperiales. Tras varias expediciones exitosas, la pequeña –pero ya grande – maga obtuvo los logros necesarios para obtener su lugar en la Armada Imperial. Ahora no solo dominaba de forma adecuada las artes mágicas, sino que también se había convertido en una líder por derecho propio, dispuesta a enfrentar las sombras de su pasado mientras luchaba por un futuro más brillante y justo.

Presente, aspiraciones y futuro


Ahora, Dezzrya lucha en nombre del Imperio, buscando redimirse por los crímenes que alguna vez supo cometer. Su reintegración en las filas imperiales no ha sido fácil; muchos oficiales y soldados aún desconfían de ella, especialmente aquellos que perdieron compañeros debido a sus acciones. Sin embargo, su lealtad hacia el Imperio y su deseo de honrar la memoria de su maestro Eldrin la ha mantenido firme.

Bajo la atenta mirada de Thandell, la maga ha comenzado a labrar un nuevo camino. Aunque es vigilada de cerca, su poder mágico ha sido clave en las recientes batallas contra la República y las Hordas del Caos. A medida que gana lentamente la confianza de sus superiores y compañeros, ella trabaja incansablemente para proteger al Imperio y evitar que sus errores pasados se repitan.

Su aspiración más profunda es encontrar el equilibrio entre la luz y la oscuridad, tanto en su magia como en su alma. Desea demostrar que su lealtad al Imperio es genuina y aunque no busca la gloria, quiere ser recordada no por sus crímenes, sino por su redención.

Dezzrya reconoce que su camino hacia la completa redención será largo y difícil, pero está dispuesta a enfrentarlo, sabiendo que cada batalla ganada es un paso más hacia la reconciliación con su pasado y futuro.