Habitantes del bosque, se han valido de la leña de estos para construir su principal medio de supervivencia, el arco y la flecha. Gracias a este, han podido sobrevivir a los peligros de la espesura. Una vida dedicada a la caza ha hecho de esta clase un atacante certero al apuntar sus flechas a un objetivo. Debido a su vida alejada de la ciudad, son seres callados y reservados, pero agradables y amigables si se presenta la ocasión. Suelen ocultarse con gran facilidad, habilidad adquirida gracias a las técnicas de caza que requieren un asecho a la presa perfecto. Y la vida en la intemperie han dotado a esta clase de una longeva y formidable vitalidad. Adiestrados en la botánica, han sabido usar el veneno de algunas plantas para dotar de su toque paralizador y mortal las puntas de las flechas que lanzan. Su alineamiento suele ser neutral, pues se rigen por sus propias reglas y no aceptan órdenes de nadie, a no ser que sea por dinero.